martes, 4 de mayo de 2010

Gastón a la orilla de la chimenea

Hacia varios meses que había aprendido a vivir a contramano de sus sentimientos. Lo que para uno era una buena noche de sexo y alcohol, para él era la única forma de engañar al pernocte y llegar a la mañana…


Y llegar a la mañana era una gran travesía de estupideces, de estar en los zapatos de un intruso viviendo en apariencia de buen pibe en la proa de un barco pirata.

Pero a mitad de ese pernocte, cuando dormía la fría compañía, caía su mascara. Miraba con recelo un cuerpo pensando en aquel que no hacía mucho anhelaba abrazar, que no necesitaba invitación porque siempre era bienvenido a desayunar. De pronto el aire se empezó a inundar de recuerdos, de fotos guardadas en un cajon, de frases que dolían por precisas, de carcajadas que despertaban a su hermana, de navidad, de año nuevo, de viajes pendientes, de la escalera, del sillón, del baño y de su sonrisa… sobretodo su sonrisa.

Y asi como quien no quiere la cosa retumba en su cabeza “cuando te hartes de amores baratos de un rato me llamas”. Exabrupto, duda seguida de acción: “hola… perdón por la hora pero…justo estaba pensando en vos y… nada, te extraño” y corta. Vuelve a la cama y de su boca sale un: te llamo un taxi? Llama, abre la puerta y vuelve a acostarse con un cierto grado de tranquilidad hasta que por su ventana sale el sol… y así eran sus sábados, un continuo ciclo de repeticiones y mentiras al corazón que por lo menos lo dejaban dormir. Es que hasta Sabina pidió tregua al encallar ese barco pirata en alguna isla, por más que la suerte no esté de su lado nunca se rindió al fracaso.

martes, 8 de septiembre de 2009

aller de désordre à l'ordre (Charlotte)

No me hacia tan bien caminar por la calle exacta en la que el vive, como si no me conociera el camino de memoria -Autoflagelación es una palabra muy fuerte, pero mis amigas no encuentran otra mejor manera de definirlo- Tampoco me divertía tanto el hecho de saber que ayer me hablaba de “no cumplir las necesidades del resto” y hoy…hoy no se a que partido se afilio, pero claramente es otro.
Propuse hostigar lo que el denominador común llama recuerdos. Vos preferías llamarlos hechos imaginarios.

- Viste lo que querías ver.
- No. Vi lo que exactamente paso...

Ahora bien… a un año de que no llamo, ni busco, ni pienso en Gastón, creo que tenía razón. De una forma cabalmente organizada… vi lo que quería ver, lo que quisiste que viera y todo en el marco de hechos imaginarios.
Imaginario el hecho de inventar una confianza a falta de ella, a escuchar relatos sin fundamentos y a callarte con un beso porque… no hay verdad que no elija ser mentira, y no hay persona que no la prefiera por sobre la realidad.
El mundo prefiere el engaño, se tapa los ojos, hace oídos sordos. Es ciego, sordo, mudo…RETRASADO MENTAL. Así es el mundo, así sos vos… y soy yo, y así el amor.
Así fue entender que nunca fuimos vos y yo. Que no escribimos G&C porque no había mas lugar en los bancos de las plazas… y porque ya había otra inicial al lado de la tuya.

“Para la autobiografía sentimental sos de una franqueza admirable”

Martina

Tenía la vida perfectamente controlada. Todo en orden, sin confusiones, sin segundas interpretaciones, sin planteos al amor.
Tenía palabras y silencios, caricias y peleas, sonrisas y entes, hombro e indiferencia. Perfectamente equilibrado. Sabíamos pedirnos lo justo y necesario para no hacernos daño. Hacernos daño… Curioso.
¿Sabíamos? Creo que en algún punto nos abatimos. O me abatí sola.
Que hay juegos donde uno necesariamente necesita del otro, entendí que vos no me necesitabas y que yo no era más que una necesidad a cubrir.
Cambie de filosofía innecesariamente, susceptiblemente… rebelde. ¿Desde cuando toda esta pavada del amor era manejable? Perdí el manual y tropecé a una verdad: pretender controlar es solo para idealistas y creyentes. Y suelo ser ilusa, y atea…hasta que empecé a creer en vos (si, suelo ser bastante entupida también).
Pero vos no pretendías, ni idealizabas ni creías en nada, simplemente vivías.
Hoy te veo demasiado en el presente, y yo demasiado en el pasado, y ya estoy cansada de tener los ojos en la nuca y no dejar de mirar hacia atrás. Exijo reinstalarme en el presente sin mirarlo desde el pasado.

Definición de pasado: vos
Definición de presente: léase pasado.

Que cagada, no?

sábado, 22 de agosto de 2009

Gastón

-¿Me estas cargando? Si gano es con vos ¿entendés? No es una posibilidad, es la única opción. Esto es a todo o nada. Tampoco es una duda, estoy completamente convencido de que nada de nosotros fue en vano… de que esto funciona si vos dejas que funcione.
-¿Por qué?
- ¿Por que qué? Ya te lo dije mil veces. Fue un error, lo viví como un error, me desperté oliendo a error, y lo sigo sufriéndolo como un error.
- ¿Por qué?
- Basta. No puedo mas, necesito que me perdones, ya no se como decirte que fue un error. Créeme por favor, hago lo que vos quieras, pedime la tranquilidad misma y la consigo.
- No
- No?
- No, no pregunto porque lo hiciste… no me interesa si fue un error o si lo deseabas con todo tu cuerpo. No quiero saber que fui todo, que valgo todo, que vivís o morís por mi. Ya lo se. O lo sabía. Ahora no, no hay motivos.
- Si los hay, tengo manojos de momentos, a montones. Tengo años, noches, besos, caricias, millones de razones.
- No te valieron los momentos. No es solo un perdón. ¿Cómo perdonas algo que quisiste? Se que no fue un error, y nadie merece ser llamado error. ¿Te crees que si te perdono borro el dolor?
- Necesito escucharlo, aunque no lo sientas.
- Ahí esta! por ahí venia mi “porque”. Entraste en mi vida, vivimos –ni vos, ni yo, ni nadie puede negar que vivimos- fuimos, existimos. Pero sigue sin ser excusa de nada. La gente se manda cagadas con la idea de que después un perdón lo soluciona todo, ¿me podes decir que carajo significa la palabra perdón? ¿Que valor tiene? Lo vivido entre nosotros no importo en ese momento, se te presento la situación (o vos la presentaste, en realidad no quiero saberlo) y antes de aprovecharla… ¿pensaste en mi?
- En todo momento
- Entonces? Pensar en mí es asumir lo que viene después del hecho. Valgo más que un simple perdón, más que noches de culpa, que saber que fue un error. Espero me perdones vos a mi… pero yo no te puedo perdonar.

charlotte

Si lo mire.
Lo mire porque me arrimó el hombro cuando no sabíamos ni nuestros nombres, y porque era inexperta y creyente y bastante estúpida.
Porque pasó en el minuto de estación justo, cuando esperaba a un conocido imposible. Cansada. Lo mire porque sabia que me estaba ahogando en un vaso de agua, pero él me lo dijo.
Porque me tenté a seguir viendo y a convivir con la idea de que seguimos en el principio de la historia. Ficción. El principio dura solo dos páginas.
Pero en el nudo chamusqué mi cabeza y entendí que si no te quiere te lo demuestra a gritos, pero aun así nos los tragamos y los escupimos trasformados en alegrías.
Y yo estaba como siempre, desperdiciando la nada, ojeándola. Y mientras tanto vos me ojeabas a mí, con similar total de copas encima…
“Hay que saber clausurar en el momento justo.
Saber querer.
Controlar tus tentaciones, no sea cosa de servir solo para cumplir las del resto”

¿Cómo no mirarte después de eso?